Manifiesto Andaluz
Por una voz andaluza
En esta grave hora para Andalucía, quienes suscribimos este Manifiesto Andaluz queremos llamar a la conciencia de nuestros compatriotas, de sus organizaciones políticas, sociales, culturales y ciudadanas.El presente del andalucismo no solo es parte del pasado. Andalucía tiene derecho a tener un presente, a tener un hoy. Andalucía tiene derecho a ser y a existir. Y para ello llamamos a la sociedad andaluza a construir una voz andaluza y un Poder Andaluz.
Es una brutal evidencia, que ni hace falta explicar, que en el actual debate político que se desarrolla en España, Andalucía no cuenta para nada. Nuestros históricos problemas de desempleo, de la crisis de nuestro sector primario, de desindustrialización, de escasez de inversiones públicas, de barrios marginados, de población en riesgo de exclusión, nunca abren las noticias ni preocupan a nuestros representantes en las Cortes Generales, que consumen miles de horas en discutir sobre asuntos terriblemente alejados de nuestras preocupaciones y necesidades. Allí se habla de Cataluña, del País Vasco, de Galicia, de Navarra, de Canarias o de Teruel. Pero nadie piensa en Andalucía, nadie defiende a Andalucía, a nadie le interesan los dolores de Andalucía. El debate de la negociación del cupo vasco, la Ley de Amnistía, las demandas del pueblo aragonés por sus infraestructuras o la nueva hegemonía del nacionalismo gallego nos muestran la necesidad de que Andalucía vuelva a tener un presente de reivindicación, de unidad de la diversidad, de construcción de un espacio netamente andaluz que dispute con el Estado por los recursos que Andalucía merece, que recupere para nuestra sociedad la riqueza que Andalucía produce.
Siempre será una buena ocasión para que nos levantemos y nos pongamos en marcha y ahora, a tres meses de unas elecciones europeas, podemos tener esa oportunidad. A nadie se nos puede escapar la importancia que tienen las decisiones que se adoptan en la Unión Europea. Allí se decide, entre otras cuestiones, el futuro del campo andaluz, de la pesca andaluza, de las estrategias de desarrollo regional, de los sistemas de comunicaciones, de las migraciones ¿Vamos a seguir permitiendo que todas esas decisiones se tomen sin que la voz de Andalucía se oiga?
Ni una izquierda centralista, ni un regionalismo de derechas sirven al pueblo andaluz. La sociedad andaluza tiene el amor propio, la fortaleza mental, la alegría y la confianza para construir una herramienta de los y las andaluzas. Un espacio político propio, diverso, donde puedan contribuir hombres y mujeres con deseos de redistribución, de reconocimiento, de derecho a la dignidad y a la identidad, de reparto y de generación de riqueza económica, cultural y social.