Las formaciones políticas que suscriben el presente documento consideran que en Andalucía, como en el resto del Planeta, estamos en un tiempo en el que se ha incrementado la incertidumbre y la inseguridad. La pandemia está provocando un cambio que implica una reestructuración de nuestra forma de entender el presente y va a cambiar el futuro para las próximas generaciones.
Por ello nuestra propuesta política tiene como eje establecer las condiciones para que todas y todos podamos tener una vida más segura.
Estamos amenazados en nuestra salud y en nuestra economía por un nuevo rebrote de la pandemia, por el paro estructural que sufrimos, por la precariedad en el trabajo y por los bajos sueldos, por la emergencia climática, los recortes en sanidad y educación, por la violencia machista, por las dificultades de acceso a la vivienda, por una justicia tan lenta que ya no es justicia, por la subida de los precios, sobre todo de los alimentos y de la energía, por las dificultades de financiación para los Autónomos y las PYMES, por la brecha digital, etc.
En Andalucía todas estas amenazas se agrandan porque el cambio climático amenaza gravemente al territorio andaluz (entre las mayores amenazas se encuentran el déficit hídrico extremo, los incendios forestales, los efectos de la subida del nivel del mar y una elevación en la tasa de mortalidad) y por nuestra situación de desigualdad. Tenemos un paro mucho mayor que la media del Estado, salarios más bajos, menos financiación pública y menos inversión privada, causada por la dinámica centralista y por las políticas que se han desarrollado desde la Junta de Andalucía primero con el PSOE y agravadas ahora por la ineficacia y orientación del actual gobierno de derechas apoyado por la ultraderecha.
Con la pandemia, además, ha crecido la desigualdad que ya sufríamos Andalucía y que supone que tengamos un nivel de renta 25 puntos inferior a la media. Todo ello a pesar de que en Andalucía tenemos un enorme potencial en energías renovables, tenemos una Autonomía consolidada, infraestructuras y potencial humano.
Buenos gobiernos son una garantía para la seguridad ciudadana mientras que las personas que viven con una mala institucionalidad o con gobiernos irresponsables, están indefensas. La derecha en la Junta de Andalucía está realizando una gestión continuista que no cambia nada. No hay más incertidumbre ni más peligro que el que encierra el continuismo de los gobiernos cuando sufrimos su fracaso desde hace décadas.
Las elecciones andaluzas van a ser mucho más que unas elecciones autonómicas, porque sus resultados van a condicionar una nueva configuración de la sociedad andaluza ante la nueva realidad que estamos viviendo. Los nuevos fondos europeos son una gran oportunidad, sobre todo para Andalucía, tan necesitada de inversión para poder transformar nuestro modelo productivo, pero su aprovechamiento va a depender de la orientación de los planes y proyectos de inversión. Por ello es tan importante lograr los cambios políticos que permitan que Andalucía se construya mediante una renovación del consenso democrático a través del concepto del Green New Deal.
Andalucía necesita un impulso político, andalucista, verde, social, feminista y modernizador, que crea en nuestras capacidades y que apoye nuestro tejido productivo, a los trabajadores y trabajadoras, a los autónomos y a las PYMES y al empresariado en general, para dejar atrás el paro, la pobreza, y la dependencia, para situarnos entre los territorios más avanzados. En Andalucía necesitamos volver a creer en nosotros mismos.
Y necesitamos avanzar en ese impulso desde nuestra identidad andaluza como pueblo junto a la reivindicación de una Andalucía más soberana desde la que no se pierda nuestra identidad y nuestra simbología propia, unos referentes para el pueblo y el territorio al que representan.
En la base de toda nuestra acción política está el concepto de democracia como medio y como fin. La democracia es mucho más que una estructura política: es un código de valores basado en la libertad, la justicia social, la paz, la igualdad, la autonomía personal y colectiva, el autogobierno, la solidaridad y la cooperación. Defendemos un modelo basado en la convivencia democrática, en el respeto, el diálogo y el compromiso.
Queremos representar una nueva alternativa capaz conformar una mayoría del espacio progresista basada en cuatro ejes: las políticas verdes, el andalucismo, el feminismo y el contenido social, integradas en un marco democrático y federal que persiga una mayor autonomía estratégica para Andalucía para que disponga de los recursos y el poder suficiente para superar nuestra posición de subalternidad y dependencia.
Vamos a impulsar que el diálogo se restablezca en Andalucía y pueda articularse un gobierno que ofrezca verdadera seguridad y certidumbre para las andaluzas y los andaluces, porque es con diálogo y consenso cómo podemos vencer esta situación que tanta inseguridad nos provoca.
Reivindicamos la política amable, democrática y cercana, para dar certidumbres y seguridades a los andaluces y andaluces de todas clases, es decir, al Pueblo andaluz en su máxima expresión.
Y todo ello desde un verdadero Poder Andaluz, de exclusiva obediencia andaluza, que sirva de herramienta útil y que participe activamente en los foros donde se decide el futuro de nuestra tierra.
Ofrecemos el desarrollo de políticas públicas que promuevan la participación ciudadana, la lucha contra la desigualdad económica y laboral, el pacto intergeneracional, la prevención de las violencias machistas y el apoyo a las víctimas y supervivientes, la visibilidad del colectivo LGTBIQ+, políticas antirracistas, la defensa de la cultura andaluza y el impulso del fortalecimiento de la cohesión comunitaria y de los vínculos sociales, para construir una Andalucía viva, plural y abierta.
Nuestra prioridad es la lucha contra la pandemia, el desempleo y el cambio climático, potenciar los servicios públicos, garantizar y ampliar los derechos de la ciudadanía y modernizar nuestra economía. Nuestra primera propuesta es una llamada a la movilización del Pueblo andaluz, al diálogo entre las fuerzas progresistas, a los sindicatos, al movimiento feminista y ecologista, a las plataformas y mareas, para llenar Andalucía de esperanza y ofrecer una vida segura y digna a todas las andaluzas y andaluces.
El proyecto político que presentamos habla de las personas, pero también las escucha, habla de lo concreto, de mejorar sus vidas con propuestas realistas, sencillas, que permitan aliviar las condiciones del día a día, que nos devuelva la esperanza y la autoestima. Necesitamos soluciones concretas para que las familias disfruten de sanidad y educación dignas, para que los jóvenes puedan proyectar su futuro, para que no tengamos miedo a llegar a fin de mes o a sufrir cualquier contratiempo inasumible, para que Andalucía ocupe el lugar que se merece en el contexto estatal, europeo e internacional y para que la economía verde nos permita crecer en oportunidades. Nuestras propuestas son transversales, constructivas, con la aspiración fundamental de conectar la acción con las realidades cotidianas, con la vida y sus fragilidades, ampliando la agenda política con problemas inaplazables.
Estaremos empeñados en vertebrar una Andalucía próspera, en todas y cada una de sus comarcas, sus ciudades y sus pueblos, para que nadie se quede atrás. Ante la actual situación de incertidumbre por la crisis provocada por la pandemia, defendemos un cambio estructural en Andalucía que conecte las exigencias de la emergencia climática con la diversidad de demandas democráticas, tanto las socio-económicas como las feministas, antirracistas y LGTBIQ+, y la modernización de nuestro sistema productivo, vinculando la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de resolver los problemas sociales, con un nuevo pacto que sume transición ecológica y justicia social, apoyado por la mayoría de la sociedad, basado en una distribución equitativa de los costes de la transición. Los contenidos verdes de los planes de reconstrucción, así como la constitución de gobiernos con participación de partidos verdes en la Unión Europea, como ha ocurrido recientemente en Alemania, indican que hay una corriente importante que empuja en esa dirección.
Para ello, vamos a emprender una campaña de largo aliento, con objetivos y estrategias consensuadas y positivas, sin perjuicio de su adaptabilidad a las circunstancias que se vayan sucediendo, porque los andaluces y las andaluzas lo demandan y porque Andalucía lo merece.
ANDALUCES Y ANDALUZAS LEVANTAOS. Es ahora.